Lavandula angustifolia Mill.
LamiaceaeEntre 1851 y 1853, André Lecolant, artífice del diseño y cuidado de todo lo relativo a los jardines de la familia Montpensier en sus distintas residencias andaluzas, comienza los trabajos para acondicionar los terrenos adquiridos por los duques en Sanlúcar de Barrameda. Dichos trabajos empiezan por la parte suroeste, la más alta y llana de toda la parcela, trazándose un jardín bastante más regular de lo que caracterizará al resto del conjunto, más boscoso y paisajístico. Esto se debe a la geométrica presencia de la fuente en el eje de la galería y de una alberca cuadrada con su andén perimetral. Lecolant dirigió personalmente las plantaciones alrededor de la alberca, que es decorada con plantas aromáticas mediterráneas como el romero o la lavanda.
La angustifolia es de hecho una de las diversas especies de lavandas que habitan de forma natural la región mediterránea. Las culturas con las que ha convivido han valorado siempre sus propiedades aromáticas y medicinales: ya los antiguos romanos la echaban al agua del baño para perfumarse. No obstante, lavandula procede del latín lavare, lavar.
El gusto por el uso de las lavandas continúa en al-Andalus. Al parecer se la denominaba entonces al-juzama, de donde deriva el término castellano alhucema, nombre genérico con el que los andalusíes conocían a varias especies de lavanda. En al-Andalus se utilizó también en gastronomía para aromatizar los asados, como elemento de composición de salsas junto otras especias y para perfumar dulces e infusiones. Asimismo se utiliza aún hoy en jardinería para setos.