Casuarina equisetifolia L.
CasuarinaceaeEl nombre del género hace mención a un ave, el casuario, que vive en su misma zona de origen, Nueva Gales del Sur y Queensland en Australia. El plumaje lacio de esta ave parecida al avestruz es muy similar a las ramas jóvenes de este árbol, de ahí su nombre popular. El nombre específico equisetifolia es por la semejanza de dichas ramillas con el equisetum o cola de caballo, un helecho muy frecuente en los campos españoles. En Sanlúcar de Barrameda podemos encontrar grandes ejemplares de casuarinas a la altura del Paseo de los Naranjos en los jardines del Palacio de Orléans y Borbón.
El árbol cuenta con una singular característica: sus raíces están asociadas con bacterias fijadoras de nitrógeno, por lo que no necesita abono de este elemento. Se convierte así en un árbol muy apropiado para la fijación de terrenos, ideal para programas de reforestación. También se usa en algunos lugares, Estados Unidos y Canarias, como protección de cultivos frente al viento.
Dentro de la ruta de la expedición, podemos hoy en día encontrar casuarinas en la isla de Guam, llamada por los viajeros Isla de los Ladrones debido a un incidente que tuvieron allí con los nativos. Así, a fecha de 6 de marzo de 1521, cuenta en su diario Pigafetta que Magallanes decidió detenerse en aquella isla para tomar refrescos y provisiones, pero que mientras se preparaban para ello, los isleños vinieron a bordo y les robaron ya una cosa ya otra, sin que les fuese posible evitarlo. Llegaron a robarles el esquife que estaba amarrado a popa, por lo que Magallanes, irritado, bajó a tierra con cuarenta hombres armados, quemó cuarenta o cincuenta casas y muchas de sus embarcaciones y mató a siete de los nativos. De esta manera recobró el esquife, pero no juzgó oportuno detenerse en esta isla después de todos estos actos de hostilidad. Continuaron pues su ruta, concluye Pigafetta, en la misma dirección.