Caesalpinia gilliesii (Hook.) D.Dietr.
FabaceaeLa Caesalpina, Ave del Paraíso o Barba de Chivo, es un pequeño árbol que por su vistosa floración y rápido crecimiento se ha hecho habitual como especie ornamental en jardines de zonas templadas y cálidas de todo el mundo, y con este sentido ornamental lo podemos encontrar en forma arbustiva perfilando ciertos senderos del jardín de Sanlúcar.
Originario de Argentina, Uruguay y el sur de Brasil, no aparece mencionado en las crónicas del viaje de Magallanes, pero sí otra especie que crece en regiones similares y que pertenece a este mismo género, dedicado al botánico, médico, filósofo y naturalista italiano Andrea Caesalpino (1519-1603), la Caesalpinia echinata, más conocida como "Palo de Brasil". No obstante, resulta interesante que antes de ser el país el que da el nombre a la planta, es contrariamente esta especie vegetal la que a comienzos del XVI, en tiempos de Magallanes, da nombre a la región, tal y como cuenta en su relación del viaje Ginés de Mafra, piloto de la nao Trinidad que comandaba la expedición: vino buen viento con que navegaron con toda el Armada hasta la costa de Brasil, llamada así por el palo que de allí se trae.
El término brasil viene en definitiva de brasa, nombre dado por los exploradores portugueses cuando llegaron a estas costas americanas en 1500 por la tonalidad rojiza que caracteriza a la dura madera de este árbol; de hecho, su nombre en la lengua tupí local es ibirapitanga, que significa madera roja. A comienzos del XVI, los europeos comprobaron lo abundante que era esta madera, ideal para la ebanistería, y decidieron explotarla. Portugal tuvo oficialmente el monopolio de la exportación, si bien amenazado por ataques piratas y contrabando clandestino. La brutal tala que durante siglos ha sufrido esta especie ha hecho que actualmente se encuentre al borde de la extinción. A pesar de todo, la identificación de este árbol con el país ha sido tal que la Caesalpinia echinata es desde 1978 el árbol nacional de Brasil.
Los nativos usaban su madera en la elaboración de arcos para fecha, según nos cuenta en su crónica del viaje Antonio Pigafetta. Del mismo modo, hoy en día es su madera muy estimada a la hora de construir otro tipo de arcos, los de violín y otros instrumentos musicales de cuerda, dada su combinación de rigidez y flexibilidad, su capacidad en fin de conservar la curvatura.